Experimentándonos desde un todo: nuestro cuerpo.
Muy pocas disciplinas sanitarias y educativas se escapan del marco cartesiano (división cuerpo-mente), mientras que las disciplinas tecnológicas se crean a partir de un paradigma más integrador, que es el embodiment, sobre todo el de la Inteligencia artificial.
¿Cómo puede ser que se le esté dando a las máquinas este enfoque y a los seres humanos el de la escisión?
¿Es alguna estrategia económica y política?
El marco de la escisión apareció en el s.XVII con Descartes, desde el cogito cartesiano, el Yo pienso. Desde aquí se creó el concepto del Yo. Nunca antes había aparecido como tal. El problema es desde donde se creó, desde esta división cuerpo-mente.
Nos encontramos con una brecha. Por un lado, nos encontramos lo mental, lo conceptual, lo racional, lo cognitivo y lo teórico; y por otro, nos encontramos con lo físico, lo perceptivo, lo imaginativo, lo emocional y lo práctico. Esto repercute en todos los ámbitos de nuestra vida, ya que nos encontramos con un sujeto sin cuerpo, y a su vez, un individuo sin comunidad, ya que sin cuerpo individual no se puede crear un cuerpo colectivo.
El problema es que en nuestra cultura capitalista-patriarcal esta división es la que da forma a todo, como por ejemplo:
- La división del trabajo. Según las partes del cuerpo que usemos para los trabajos, éstos tienen un sistema de valoración directamente relacionada con la clase socioeconómica y política. Por ejemplo, no es el mismo valor realizar trabajos manuales –obreros- que realizar trabajos mentales.
- Los cuerpos según sus formas, género, sexo y raza, están catalogados con diferentes cualidades. Las cualidades que todo cuerpo tiene están repartidas creando un catálogo de cuerpos y cualidades, y a su vez una jerarquía, ya que las que están relacionadas con la racionalidad tienen mayor poder. Por ejemplo: a los hombres blancos se le otorga la racionalidad, y por tanto el poder, a las mujeres se les otorga la emocionalidad, a los hombres negros se le otorga la fuerza, etc.
- Lo cuerpos que son identificados sólo como cuerpos son sólo materia, y se reducen a ser cosas u objetos. Esto es a lo que se llama la cosificación o la objetivización del cuerpo.
- La división de los cuerpos como capacitados, que son productivos, y a su vez, reproductivos, o incapacitados, que nos son productivos, y a los que no se les permite la reproducción. Los cuerpos incapacitados no están dentro del catálogo de la fantasía, y por tanto no pueden ser deseados, ni erotizados,… A su vez estos últimos, están divididos en incapacitados físicos e intelectuales, siendo más valorados los físicos, ya que no tienen alteración en las capacidades cognitivas.
Todo el pensamiento división cuerpo/mente ha creado este sistema de poder de unos cuerpos y otros, creando injusticias entre ellos y una gran violencia hacia los cuerpos que no se valoran como racionales.
A su vez, vivirnos desde la razón, desde identidades perfomativas estáticas, ya que al no tener cuerpo no podemos saber quién somos.
¿A qué me refiero con identidades perfomativas estáticas?
Son identidades confeccionadas por agentes de poder, construídas desde roles fijos y estereotipados, con un significado cultural poderoso en el que todos los sistemas de la sociedad se encargan de enseñar a todas las personas desde antes de nacer. Por ejemplo, las identidades de hombre y mujer. Prueba de ello es que las personas transexuales, intersexuales, etc… se patologicen, poniéndose en marcha toda esta maquinaria, ya que solo se permite ser hombre o mujer.
Por tanto, es importante desactivar estos pensamientos, ideas, creencias y guiones de vida para crear relaciones de buen trato e igualdad con nosotras mismas, los otros y el mundo. Esto es lo que llamaba Spinoza “un devenir de un nuevo mundo”.
Todo ello requiere de una gran “transgresión”. Habitar nuestro cuerpo y permitirnos ser sujetos nómadas. Estar en continua construcción desde un vivirnos como sujetos libres y, desde allí, poder crear organizaciones, relaciones y consciencias colectivas alternativas, viajeras y cambiantes (Braidotti, R.).
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