A nuestra parte primitiva
Todas las personas tenemos un origen común. Aunque en algún momento rechacemos nuestra parte animal, esta siempre nos acompaña. En nuestra cultura occidental no esta bien visto el instinto, ni el placer del cuerpo. Desde que nos vamos socializando vamos limitando y coartando nuestros impulsos de vida. Darnos la oportunidad de transgredir nuestras propias normas, conectar con nuestro cuerpo y con nuestro instinto es una sensación liberadora. Os invito a escuchar a nuestra parte primitiva.
Es un lujo haber tenido la oportunidad de sentirte en mí carne. Pararme y conectar contigo me ha permitido imaginar por dónde has pasado y visualizar por dónde ha caminado tu cuerpo. Gracias a esto, me comprendo más libre.
He podido ver que eres una de nuestras ancestros primitivas, que esta dentro de nuestras células. Eres una raíz común que nos entrelaza unas con las otras, uniéndonos desde el origen.
Gracias a tí, me siento parte del resto.
Te reconozco en nosotras, en esa parte primitiva, natural y curiosa. Estas en nosotras alimentando las ganas de explorar, de jugar con nuestro cuerpo y con el mundo.
He visto tu inquietud de ponerte a prueba, de conectar con el placer, de retozarte, de disfrutar de la sexualidad. Todo esto me trae mis propios recuerdos y experiencias.
Gracias por conectar con el cuerpo jugando y viviendo sin juicios.
Es precioso vernos conectadas con nuestro cuerpo, con nuestro ser, sin juicios y sin expectativas, cada una a su ritmo.
Que placer saber que estás en nosotras, pequeña e insignificante, y a la vez tan potente e importante para cada una
y para la humanidad.
Gracias por existir.
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