Yo me cuido
Vivimos en una sociedad en la que la violencia asoma por todas partes. La vemos en la televisión, en los medios de comunicación, en los y las representantes políticos/as, en nuestras relaciones,… Podemos fácilmente identificar esta violencia. Más difícil es reconocer la violencia sutil, a nivel social y relacional, y todavía lo es más reconocer el maltrato que ejercemos sobre nosotras mismas.
Hemos interiorizado el modelo social, lo que nos dificulta salir de el. Y, aunque teóricamente lo rechacemos, a menudo nos colocamos en situaciones en las que reproducimos valores y roles de maltrato. El dolor es un valor, sufrir es una prueba de amor. El maltrato está en nuestros cuerpos.
El “buentrato” no existe como concepto. Lo que no se nombra parece no tener existencia. Por eso necesitamos nombrarlo y crearlo. No tenemos referentes de buentrato, es un camino de autoconocimiento y crecimiento personal y colectivo.
Los cuidados están infravalorados socialmente, casi siempre se dejan en segundo lugar. Para cuidarnos nunca hay tiempo. El autocuidado es una habilidad personal a entrenar, a trabajar y desarrollar. El autocuidado es nuestra responsabilidad. A menudo cuidarnos se hace difícil porque hemos aprendido a vincular el priorizar nuestras necesidades y deseos con ser egoista, no tener en cuenta al otro, ser maleducada, llamar la atención,…
¿Qué significa cuidarme?
– Tener tiempo para mí: cultivar y cuidar mi espacio personal
– Reconocer mis señales de bienestar: mi placer es mi responsabilidad
– Amar mi cuerpo
– Respetar mis límites
– Expresarme: saber pedir, saber decir sí y decir no
– Atender mis necesidades
– Reconocer mis deseos: promover los proyectos que me hacen sentir bien
– Identificar mis emociones: conocer lo que siento y poder canalizarlo
– Aceptar la frustración
– Saber dar y recibir
– Aprender a despedirme: a cerrar puertas para poder abrir nuevas
– Enraizarme: buscar mi lugar de poder, el lugar donde puedo ser lo que quiero ser
– Agradecer: a la vida, a la naturaleza, a las demás personas, a mí.
Si estoy bien conmigo puedo estar bien con las demás personas. El autocuidado es el camino hacia la construcción de relaciones de buentrato.
Por todo ello, os proponemos comenzar… CUIDANDO-T
[…] la hacen más compleja. La precariedad laboral, la falta de estructuras horizontales e inclusivas, las relaciones de maltrato, la escasez de cuidados,… Condiciones en las que necesitamos intervenir, especialmente a […]
[…] estamos educadas para el no-autocuidado. No podemos cuidar si no sabemos cuidar de nosotras mismas. Para cuidar hay que cuidarse. A esto se suman valores culturales relacionados con la competencia, la no colaboración, la […]