Todo dura casi siempre un poco más de lo que debería
Nos enseñan a empezar a abrir, pero nadie nos habla de los finales, de los cierres, de los puntos y aparte.
Se nos lanzan mensajes como:
«¡Haz amigxs!…¡Abre un negocio!…¡Comienza una relación!»…
Incluso se potencia que conservemos lo que tenemos , que nos aferrarnos a todo como si todo fuera eterno….
«Conserva a lxs amigxs, arregla los conflictos, AGUANTA y LUCHA por las relaciones…por el negocio, aferrarte a la vida!!…»
Con demasiada frecuencia entendemos los finales como fracasos, como una tragedia….como algo a evitar. Y que error querer evitar lo inevitable!!!
Por eso aguantamos casi siempre más de lo que deberíamos, y llegamos a los finales con ansia, sin herramientas para gestionarlos y cierto sentimiento de derrota.
Necesitamos entender los finales y los cierres como parte de los procesos, de las relaciones de la vida.
Y airearlos con orgullo, y ponerlos sobre la mesa, hablarlos, aunque a veces duela (el dolor y el miedo también forman parte de la vida), ¿ y por qué no, en ocasiones, hasta celebrarlos?
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